La Nada
No sabía que hacer. Estaba ahi, sin mirar nada; mirando a la Nada.
Muy pocas personas se jactan de haber podido realmente verla alguna vez en su vida. La Nada se vuelve invisible no por que ella así lo quiera sino porque realmente esa es su naturaleza. Sin embargo existe, aunque pocos puedan "verla".
Alguien pudo verla ese día, y no pudo hablarle sin pensar en gritarle reproches. Tenía tanto para decirle, tanto rencor guardado dentro suyo, tantas preguntas. El problema es que no sabía como decírselo. La Nada se dio cuenta, pero supo que nada había para decir y se fue hablando sola.