Se espera mucho de ti. Pero ante todo se espera tu llegada. Hay tanto detrás de ello; tantas expectativas. También se espera mucho de quienes vamos a recibirte. Se espera que seamos pacientes, tolerantes, buenos, atentos, cuidadosos... Es lo que esperas recibir de nosotros también. Pero pocos saben lo mucho que se te espera desde hace tiempo y todo lo que sufrimos antes de esperarte. Las largas noches de insomnio, la desesperación y el sufrimiento tan solo meses antes de ti. Aprendimos que por más expectativas que tengamos, a veces algunas cosas no se pueden tornar de la forma que queremos. Por eso ahora nuestras expectativas son distintas: yo simplemente espero ser yo, y que tu seas tú. Espero poder tener la fortaleza necesaria para afrontarlo todo. Espero cometer sólo los errores necesarios para aprender de mí y de ti. Espero seguir teniendo el apoyo de el, y eventualmente el tuyo. Pero sobre todo, te espero con mucha paciencia...