El granito de arena
No sabía de donde provenían sus fuerzas para seguir. Suponía que debido a las circunstancias lo mas normal era dejar de lamentarse por lo que no estaba en sus manos. Aun así, sus decisiones no eran sino un grano de arena en el desierto. Creía que nada valía, nada era suficiente para hacer peso, siempre seria ese grano de arena.
Ahí estaba y estaría siempre, junto a todos los demás y junto a ellos formaría un todo. Seria insignificante, si, pero decidido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario