8 de junio de 2006

Historia de un amor.

El no podía evitar encontrarla. Estaba destinado a verla siempre en el mismo lugar a la misma hora.¿Era un espejismo? Algo de locura había en todo eso. El no podía hacer nada. Ella siempre aparecía ante sus ojos. Y siempre, parecia ser la primera vez que la veía. Algo tenía ella en esa mirada que lo paralizaba. En todas las ocasiones intentó quedarse en su casa, sin hacer nada. Pero los minutos pasaban, y siempre llegaba el minuto de encontrarse. Y todo cambiaba en derredor suyo. "Si, seguro estoy enloqueciendo"– se decía. "Si tan sólo pudiera saber porque?".
Pero él no podía decirle una palabra. Su boca permanecía cerrada. En cambio, ella hablaba sin parar. Y él la escuchaba, pálido y atónito. Y mientras le hablaba, le sonreía, como cuidándolo con esos gestos angelicales.., y el disfrutaba mientras duraba su encuentro. ¿Que era eso que lo transportaba siempre para encontrarla? Un día, en el minuto esperado, la encontró... lloraba. Su cara demostraba toda la tristeza en ese estado.. ¿Como arrancarle ese dolor que la hacía llorar? No lo sabía, pero la consoló en un abrazo. ¿Era esa su despedida? El temía perderla.
Era esa su forma de recordarlo...ya la distancia nada era. Su memoria lo traería siempre, al mismo lugar, donde se conocieron.

2 comentarios:

Fernando dijo...

¿Donde esta el amor en esta historia? El amor no correspondido a veces se vuelve una obsesion, y la memoria, una traidora.

Nini dijo...

La memoria actua diferente en cada uno de nosotros... En muchos casos, se convierte en el mas preciado recurso.

Aclaración

Suelo inspirarme en imágenes propias y ajenas. Pero muchas de las fotografías que ilustran mis escritos son gracias a los fotógrafos que comparten sus fotos en Flickr. Puedes ver y usar las mías aqui.