Esperaba que...
Ese día esperaba que saliera el sol...
Pero el se olvidó...
o quizás fui yo la que lo ahuyentó.
Creo que no sabré el motivo real
aunque yo quería adivinar.
Tal vez su luz se haya extinguido
y tenía miedo de salir desnudo a la calle.
Me parece que es tan tímido
que le da miedo que lo miren.
Esperaba yo, sentada...
conté los días
y los meses...
Esperaba que un día
viniera a visitarme.
Pero aún sigo sentada
esperándolo.
2 comentarios:
No desespera quién espera lo que siempre soñó... el deseo permanente puede hacer realidad muchos sueños.
Hace mucho tiempo que no te leía una poesía, siempre es bueno leerlas y siempre es bueno escribirlas.
Un beso
Claudia
Gracias, como siempre!
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