Fantasía
Siempre creí en que aparecería. No se cuando ni como...ni porque ni para que. Sin quererlo, la ingenuidad me invadió. Las estaciones pasan dejando un sabor amargo en la memoria. Hasta que comencé a morir cuando supe que no volvería a verle. Molesto, el espejo grita lamentos que no escuchan mis oídos para no destrozar al corazón. Redacto el ultimo escrito que verán sus ojos. Con cada palabra sangra mi mirada. Releo la despedida. No me atrevo a dejar ir todo este dolor. Con cuidado me despido en un suspiro. Calladamente, gimo por las promesas rotas, las despedidas accidentadas y el regreso destruido. Me introduzco en la ducha para sanar las heridas abiertas, quizás el agua ayude a cicatrizar, acaso muera mi alma ahogada en llanto.
2 comentarios:
No se si lo que has escrito es una incoherencia. Es el claro sentimiento que las personas tenemos cuando decimos adios a una persona, a una situacion o a un lugar. Dolorosas despedidas, incluso hasta inexplicable.
Sentimientos que se mezclan, recuerdos que vuelven a nuestra mente, dolore sque no se van, heridas que no se cierran.
Muy buena terminación: la ducha siempre es un buen purificador para estos momentos!
Esta vez, si tenía para decir :)
Clau!!!
ah tu post me trae muchos recuerdos. Recuerdos que cada vez siento mas como algo que soñe ...y de nuevo la tranquilidad por estos rumbos. Muchos saludos!!
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