Llamadas nocturnas
Su voz marcó el numero que se sabía de memoria. El aparato reconoció el timbre de voz y la llamada se produjo.
*** Tono ocupado ***
¿Era la hora? ¿Estaría durmiendo?
No lo podía creer. Quizás había sido demasiado imprudente en hacer aquélla llamada. Pero necesitaba escuchar al menos su voz confundida. Intentó nuevamente...
Al instante colgó el teléfono. Su corazón latía agitado y furioso por no atreverse a responder a su Hola. Prefiró quedar en el anonimato y ser sólo un número equivocado.
1 comentario:
¿Quién alguna vez no imaginó ser la que está de este lado del teléfono tratando de hablar con alquien, pero no animándose y permaneciendo callado?
Yo fui alguna vez una de esas...
alguna vez quise llamar por teléfono y pensé en que como tengo mucha timidez, quedarme callada y solo escuchar quién me atendía y si me atendía quién yo quería...
Uno se conformaba con escuchar la voz... simplemente la voz...
Que juegos de adolescente!
Hermosas épocas!
Un beso
Clau
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