No sabía de donde provenían sus fuerzas para seguir. Suponía que debido a las circunstancias lo mas normal era dejar de lamentarse por lo que no estaba en sus manos. Aun así, sus decisiones no eran sino un grano de arena en el desierto. Creía que nada valía, nada era suficiente para hacer peso, siempre seria ese grano de arena.
Ahí estaba y estaría siempre, junto a todos los demás y junto a ellos formaría un todo. Seria insignificante, si, pero decidido.
Mira a tu alrededor, ¿qué ves? ¿Quién esta frente a ti? ¿La vida te trata mal, o tu tratas mal a la vida? Sufres, sangras, lloras. ¿Pero acaso ves a quienes sufren, sangran y lloran? Lastimero y decadente, te dejas vencer, sin pensar que hay otros tantos que vagan en esta vida condenados a encarar sufrimientos mayores que los tuyos. Tu egoísmo interno es mayor que tus ganas de rendirte.
¿Como deberían de haber sucedido los hechos? Todo lo ocurrido, fue un total y completo descontrol. Ya nada podía controlar su desenfreno. Y se temía lo peor...aunque siempre se teme lo peor cuando se esta envuelto en terribles situaciones.
Aunque no se podía esperar mas que se hiciera lo que era debido. Para su bien, de algún modo, se perdió ya esa chispa que pudo haber encendido la pólvora.
Hoy viajé al trabajo en tren. Como es el rápido sabía que llegaría a tiempo. Tuvimos que correr un poco para alcanzarlo pero pudimos sentarnos. Fer al lado mío (pues viajamos juntos), los dos al lado del pasillo de espaldas al sentido de marcha. Así, me dí cuenta de que ver pasar los árboles y casas a la inversa me confunde un poco...me marea por decirlo de alguna forma.
Llegando al trabajo, leo un poco el diario online y miro la desesperación total de un país. El "flamante" presidente (así lo definió el diario) estaba en medio de un "circo" (y de tres pistas). No se porqué, pero me llenó de rabia lo que miré. Y, un detalle: lo ví sin sonido inicialmente. Solo lo que miraba, me causaba repugnacia total. Odio ver que las cosas se hayan sucedido de esa forma y acá detallo las cosas que me causaron más vergüenza:
1. Ver la cara de enojo (a mí me lo pareció) de Calderón.
2. Ver la cara carismática de Fox aplaudiendo.
3. Que Calderón se comportase tan indiferente a Fox y que cuando éste le iba a poner la banda tricolor, Calderón se voltease.
4. La golpiza que sucedió al final.
5. Los que hicieron "pijama party".
Si bien , también me molestó, cuando pude ver el video con sonido, a los que abucheaban y los que gritaban si se puede. Hace seis años, recuerdo que cuando asumió Fox, no sucedieron tantos escándalos en la ceremonia... éste año estaban muy cerradas las elecciones y por eso AMLO se proclamaba presidente en el zócalo. Era evidente que ésto sucediese... que me sintiera un poco avergonzada también. Me da tristeza no ser mas conciente de la política de mi país, y me da tristeza que no pueda haber ningún cambio especial en la forma en que se manejan los políticos en general. ¿Que va a ser de ti, México?
Me intrigan las historias de amor, ésas, las difíciles que buscan un final feliz.
He vivido muy de cerca algunas historias melancólicas de personas enamoradas, algunas perdidas en su soledad, desesperados por encontrar a la persona que han soñado toda su vida y algunos otros, afligidos pero con expectativas de poder reencontrarse con su ser amado.
Horas he pasado charlando acerca de las ilusiones que uno se hace al buscar a la persona "indicada" y los desengaños de cuando esa persona que amamos no es correspondida o nos falla de alguna forma en lo que esperábamos.
Definitivamente el amor es una búsqueda eterna y nos moriremos siempre en una persecución constante de amor. Cultivar y cosechar lo que el amor nos brinda es una de las mayores satisfacciones personales. No hay forma de no evitar buscarlo, porque es, sin dudarlo una de las razones que nos mantiene vivos.
Vivía con la firme convicción de que no era igual a nadie, pues no seguía los impulsos desesperados de la vida común.
Sus decisiones fueron tomadas en momento esperado, con el rumbo acordado y así la senda se iría trazando con cada una de ellas.
Sus pasos se iban marcando sin dejar demasiadas huellas. Había cosas que eran necesarias en ese camino: mirar atrás no era ya algo que le interesara pero le servía de pauta para no tropezar, o al menos eso esperaba y le gustaba creer que no caería, le daba fuerza.
El tiempo le daba una ayuda pero también era un enemigo, pues cada minuto que pasaba le acercaba o alejaba del lugar donde deseaba estar. No podía evitar ansiar que pasaran los minutos, las horas...y que llegase ese día.
Era la primera vez que alguien me dibujaba así. No era solo eso... era una mezcla de sentimientos al posar sin saber como seria el retrato. Una despedida de un lugar y de algunas gentes... sin saber que me depararía el destino...
Hoy pensaba que con el paso del tiempo vamos dejando esas marcas en papel... esas pequeñas pero marcadas huellas en la vida de las personas con las que convivimos durante un tiempo diariamente por un largo periodo de tiempo. Y algunas nunca las vamos a olvidar porque nos dejan también su marca en la mente y el corazón... aunque no los volvamos a ver como antes.
Siempre suelo aferrarme a algo, un sueño, una persona, una forma de ser. Es casi indispensable para seguir adelante, que ese algo este ahí y que pueda sentir que me mantiene vivo.
Cuanto más quisieras recordar algo útil, mas pronto lo olvidas. No es así, cuando tratamos de dejar atrás recuerdos dolorosos. A veces vuelven y te lastiman.
Somos desgraciados (o agraciados) según vengan los recuerdos y según olvidemos (o recordemos) aquello que nos haya pasado.
Bien aventurados somos cuando tenemos la felicidad del no olvido
Hay algo que me está dando vueltas en la cabeza. Desde chicos nos vienen diciendo que hay cosas que no se deben tragar (una semilla, un chicle, la pasta de dientes, el Listerine; la lista es larga).
No sé si sea un mito, pero también escuché (y leí) que si te tragas el coraje, o la bronca, te hace mal, o te da cáncer. Aunque supongo que tragar el humo de cigarrillo también es malo...y también te da cáncer... igual nos vamos a morir algún día, escuché de muchos.
Pero, que hay con tener que tragarse las ganas de gritar, golpear y llorar cuando algo te está molestando. ¿Realmente es mejor no hacerlo?... No hay duda que hay una infinidad de cosas (y gente, actitudes, y hechos) que uno no puede evitar tener que "tragarse" y después ver los efectos que causan en tu organismo. ¿O no?
¿Que estás esperando?
Te has vuelto un zombie...un verdadero muerto en vida.
¿O un vivo muerto?
Cuánto tiempo falta para tu total conversión a la vida,
¿o la muerte?
Necesitas volver... volver a vivir.
Sigues esperando.
Tu tristeza te carcome...tu soledad te mata.
Deja de huir,
no corras más.
No esperes más.
La luz que iluminaba el lugar donde estaba le hacía recordar tiempos pasados. Los rayos de sol entraban plácidamente hasta la cama. No quería levantarse, a pesar de todos los preparativos que tenía pendientes.
Su vida transcurría sin mayores acontecimientos. Necesitaba descanso y tranquilidad. Deseaba ante todo serenidad, calma...silencio. Pronto volvería a estar muy agitado. Volverían esos días incesantes, ansiosos...difíciles, que tenía que soportar, muy a pesar suyo.
Su mente sin embargo nunca descansaba, siempre tenia esos pensamientos recurrentes. Eran en parte inevitables. Aunque quisiera, ya no podía contra ellos.
Fue algo curioso lo que soné ayer...Aparecieron una serie de 'escenas' donde varias personas subían o bajaban escaleras, aparecían como en un flash varias veces en diferentes lugares, y escenas... muchas caras desconocidas en lugares como una casa, un restaurante, una plaza...
En una de las ocasiones, recuerdo bien, era una pareja con tres hijos. Recuerdo sus caras, y mas o menos las edades de los niños. Lo siguiente que ocurría era una especie de película antigua, ellos subían por lo que sería la escalera de su 'casa' por un pasillo alargado, escaleras viejas, de madera pero en buen estado... la niña mas grande (unos seis años) lleva al bebé (de 2) caminando de la mano, los sigue otro niño de unos cuatro... en eso se escuchan ruidos dentro de lo que sería la entrada de la casa. El padre se acerca lentamente a la niña y le pide susurrando que lleve a los hermanos a otra parte, que no entren hasta que la llamen... La niña obedece y se oculta en una parte al lado de la entrada. Los padres entran a casa y en eso los niños escuchan un sonido fuerte que no saben que es y se quedan con los ojos muy abiertos... La siguiente escena que ocurre es a una abuela con los niños y un árbol de navidad... El niño mayor comienza a sollozar, el mas pequeñito llora desconsoladamente pidiendo por sus padres y la nena mayor consuela a sus hermanos. Parecía de película...
Simplemente no creo que encuentre ningún significado a mis 'sueños'...
Estrella solitaria,
oculta de día
escondes tu luz
temerosa y fugaz.
Tienes en ti
un ansia sin fin
de ser y vivir,
de amar y sentir.
Enciendes las noches
meciendo tus voces...
cansada de tu soledad
imploras piedad.
Me adentraba en el desierto de mis recuerdos.
Escuchaba sus palabras a mi lado.
Miraba su sombra reflejada en el suelo de mi memoria.
Pero era mi mente la que imaginaba
esa sencillez tan tiernamente
que era mi oasis.
Su razón para seguir adelante en la vida se la cuestionaba continuamente. ¿Porqué se levantaba diariamente? Quizás porque seguía con esas continuas esperanzas de encontrar al día siguiente la vida que deseaba. Luchaba constantemente con encontrar la manera de llegar a demostrar todo el afecto que quería dar y recibir, de poder pedir la cosas que deseaba y rechazar lo que no quería. Pero era la decisión de querer estar solamente unos segundos experimentando un sinfín de sensaciones al ver las fotografías que tanto atesoraba, de saber que eso era sedante y energizante a la vez, que hacía latir su corazón con más fuerza. Las pequeñas cosas que estaban en su entorno eran también un aliciente; una pequeña charla amistosa, una caminata en un día soleado, el canto de un pájaro en la ventana.
El pensar que la vida continuaría aún sin su existencia le erizaba la piel, al final no era indispensable para nadie...aun así quería lograr lo que deseaba antes de que partir... porque aún no se había rendido.
Si... te da pánico recordar lo que pasó y que vuelvan las pesadillas. Cada vez que quieres evitarlo te invade la niebla en tu mente. Pero no puedes evitar pensar en ello. Te preguntas constantemente si lo lograrás...si podrás... si acaso hay algo que te lo impide y por eso sigue estando ahí.
No hay caso.
Estuviste tanto tiempo enfrentándolo. ¿Y cuando lo logres?
Quedas perdidamente inconsciente.
Una vocecita te llama y vuelves a la realidad.
Tenía que ser así...me alejé... sin mirar atrás. Un abrazo fuerte, y un adiós. No sé cuando nos volveremos a ver. No se cuándo y no será pronto. Pasarán miles de horas, y millones de suspiros.... crecerás y vivirás sin mí.
Pero llevaré los recuerdos muy dentro mío... me aferraré a ellos para darme fuerzas... las fuerzas necesarias para volver a reunirnos.
Hay tantas cosas por hacer...y tengo poco tiempo para hacerlas. Debería dejar de pensar y poner manos a la obra? Es que tengo que aceptar que no se como "organizar el tiempo". El tiempo acaso se organiza? No lo se... Yo nunca pude organizarme. Pero se ve que vivimos de organizar el tiempo. Vienen a mi mente las ya conocidas frases: "Te queda poco tiempo...", "No hay tiempo...", "Dame un tiempo..."
Contamos los minutos, los días, las semanas, los años...la vida. A veces para bien, a veces para mal, pero ahí esta el tiempo. No se puede vivir sin contarlo, y de ahí la manía de organizarlo... porque es la constante.
Vivimos y morimos tratando de dejar un "tiempo" para todo...siempre el tiempo.
No sabía porque tenía que ser así...sus manos estaban congeladas. Los dedos, huesudos y fragiles, rojos... le dolían. Su corazón también. Pero no buscaba nada que los calentara... se mantenían con ese conocido entumecimiento... la frialdad de las manos se extendía hasta las muñecas. El aire del ambiente propiciaba el congelamiento. ¿O acaso sería la frialdad de su existencia? El corazón latía lentamente.
Se fué para buscar aquéllo que pudiera ser la única razón para desentumecer su alma.
No sabía si lo encontraría...no sabía si buscarlo... pero de algo estaba seguro... no quería sentir más frío.
La partida fue dificil. Seguias pensando que era lo mejor. Decididamente no era lo que pensabas que harias en tu vida. Pero asi fue. Ahora, esta vez, sabias que era lo mejor. No podias ocultar tu desesperacion por el futuro. Seleccionaste cuidadosametne todo lo que querias decir, lo que harias cuando estuvieses frente a fretne y sudabas copiosamente. El tiempo diria la ultima palabra.
El no podía evitar encontrarla. Estaba destinado a verla siempre en el mismo lugar a la misma hora.¿Era un espejismo? Algo de locura había en todo eso. El no podía hacer nada. Ella siempre aparecía ante sus ojos. Y siempre, parecia ser la primera vez que la veía. Algo tenía ella en esa mirada que lo paralizaba. En todas las ocasiones intentó quedarse en su casa, sin hacer nada. Pero los minutos pasaban, y siempre llegaba el minuto de encontrarse. Y todo cambiaba en derredor suyo. "Si, seguro estoy enloqueciendo"– se decía. "Si tan sólo pudiera saber porque?".
Pero él no podía decirle una palabra. Su boca permanecía cerrada. En cambio, ella hablaba sin parar. Y él la escuchaba, pálido y atónito. Y mientras le hablaba, le sonreía, como cuidándolo con esos gestos angelicales.., y el disfrutaba mientras duraba su encuentro. ¿Que era eso que lo transportaba siempre para encontrarla? Un día, en el minuto esperado, la encontró... lloraba. Su cara demostraba toda la tristeza en ese estado.. ¿Como arrancarle ese dolor que la hacía llorar? No lo sabía, pero la consoló en un abrazo. ¿Era esa su despedida? El temía perderla.
Era esa su forma de recordarlo...ya la distancia nada era. Su memoria lo traería siempre, al mismo lugar, donde se conocieron.
Otra vez desperté de madrugada. Trato de dormir nuevamente, pero me cuesta. Me levanto al baño y me miro en el espejo; mi cara parece aplastada, no parezco yo. Mis ojos, semi cerrados, miran con desconfianza. Pero, ¿porqué estoy mirándome? Escucho un ruido: es mi estómago. Reclamando, grita: "vuelvete a dormir". Si, si....mejor me acuesto. Algo me retiene y sigo ahí. Es impresionante todos los pensamientos que pueden pasar en el lapso de un segundo frente a un espejo. Reacciono y me encamino a la cama. Me acuesto...y busco el calor que me haga conciliar el sueño.
Mirando en mi interior,
me adentro en un abismo.
Paso de una cueva a un volcán;
de un silencio a un grito;
de una lágrima a una sonrisa.
El deseo se desborda;
las alas se despliegan;
el amor se descubre.
Este corazón se detiene y late,
solo por y para tí.
Ella lo había esperado siempre. Esa tarde sus ojos volverían a intercambiar miradas tiernas. Su sonrisa lo decía todo...y ahi estaba, suspirando. Un instante bastaba para ella... solo un instante podría ser eterno. En ese momento esperado, todo pasaba sin importar. Sus sentimientos serían los que podrían cambiar la historia.
Un miedo le surgió. Desesperada, se fué llorando desconsoladamente....
Mas su fortaleza era inmensa...no la abandonaría en esos momentos. La seguiría acompañando... y podría soportarlo todo, el tiempo que fuere necesario.
Un alma oculta un acertijo.
Está enredado
nadie puede descifrarlo.
El que intente adivinarlo,
ha de volverse loco.
Pero alguien decidido
quiso encontrar el hilo.
Con paciencia, poco a poco,
paso a paso, fué buscando
Se encontró a un aliado,
quien le susurró al oído
aunque no lo comprendió.
Fue así que el descubrió
la respuesta al código.
Ahí estabas tú, admirando el paraíso... Todo indicaba que era justamente ahí donde querías estar... Pero algo te paralizó. Es demasiado bello para ser verdad, pensaste. ¿Acaso es un sueño? ¿Cómo parar el tiempo y retener este momento? Todo el pasado quedó atrás... Estabas viviendo el presente, nada más importaba. No querías contener la alegría... tus lágrimas corrían mientras reías. Eran gritos de felicidad silenciosos. Pero también de nostalgia... Y ahí estabas, extasiado, inmovilizado por la desesperación de la circunstancia. Nada podías hacer para detener tus impulsos. El corazón saltaba desenfrenadamente. Deseabas conservar algo, llevártelo contigo. Lo deseabas para ti.
Confundido, despertaste.
Ser nadie, no deseo,
sino que pienses en mi,
y vivir en tus recuerdos...
que me tomes en tus brazos,
y me ames siempre así.
Inquietos y desesperados intentos por describir este encierro.
No logro salir de ésta cárcel de desencuentros.
La llave se la han llevado....estará siempre lejos.
Cuando me juzgen por ésto sera mi único consuelo,
que quien tenga esa llave me llene de besos.
Estas ahí, aguardando...esperando una señal... algo que te traiga a la vida. Asi, aguardando, sin que lo quieras, comienza tu existencia. Serán tus latidos que latirán en otros latidos. Mas es en el pensamiento, en el sentimiento, en el amor y hasta en el deseo que ya existes. Es que tu eres la razón misma de una vida. Existes sin estar ahí, y ya eres el todo.
En el milagro de la vida y la muerte, conocerás el dolor y el llanto, pero también las palabras, los besos, sonrisas y alegrias.
Y apartir de entonces, seguiras siempre en la mente y el corazón.
Siento que todo se me va de las manos,
se dispersa en el aire y se mete en mis ojos.
Lo cierto y lo incierto se funden
en el abismo mismo del sonido.
Aquéllo que mas quiero
no puede ser tangible.
¿Acaso el silencio es mejor
que la razón que me da este infierno?
Me derrito en los latidos de mis ilusiones.
Quieres saber cómo entenderte...mas no puedes. Es que vamos dibujando nuestro destino, sintiéndonos desconocidos. Encaminados al azar de nuestras acciones. Mas nunca desciframos nuestro interior. Buscamos respuestas en los pasos que damos. Aventurádonos en la vida. Queremos todo...luchamos por el todo. Y pagamos el precio de eso que buscamos y queremos tener, pero algunas veces no podemos calcular por esa cantidad que ya hemos pagado; no tenemos idea. Siempre preparándolo todo y sin conseguir demasiado quedamos conformes pero inquietos.
Duermen mis ojos...sueñan mis pupilas... divaga mi pensamiento y se trepa por mis pesadillas, se encuentra con un abrazo...una vida pasa por delante. Mis labios sonríen dibujando la felicidad.
Una mirada que se cruza con otra, una sonrisa y un suspiro. Ninguno dice nada pero se reconocen. Son solo ellos, lo demás, no existe. Ahí donde lo primordial se vuelve único, las sensaciones son ese aire que las une. Cada uno lo vive distinto. Sin embargo es lo mismo. Son dos pero se sienten uno. Se unifican con mirarse, susurran con la mirada...
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